Ahogado tu culo,
marchitos tus pechos.
Qué pétalos,
qué polen.
En el invierno tiemblan tus labios morados
y lloran de felicidad tus hoyuelos.
Qué curvas, qué potencia.
Qué olor.
De aquel momento
nacieron tus clavículas
y de la luz tus reflejos rojizos al viento.
Qué culo.
Ni con amor,
ni con sabor
podrían describirte en una canción.
-Mene Black
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