A veces se me olvida respirar,
no hablo de falta de aire,
hablo de falta de saber cuidarme.
Detesto no poder protegerme,
detesto no poder sanarme.
Quiero acariciar la luz
sin importar qué deba sacrificar
pero muchas veces no sé gritar,
muchas veces no sé llorar.
No sé dónde ir cuando estoy conmigo
siendo mi lugar más seguro,
siendo el único lugar donde no me juzgan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario