Me han dicho X después de decirme Y,
me han hablado después de guardar silencio.
Me han ofrecido el mundo después de dejarme a oscuras.

Tu mar es mi océano lleno de sangre, lleno de mentiras.
 He escuchado estrofas prometiendo métricas
y recorrido lunares ofreciendo pieles.

He desatado tormentas llorando lágrimas,
bebiendo copas de lamentos mientras escucho tu canción,
encendiendo chimeneas mientras se queman bosques,

mientras me quemo yo.

 Oscuro,

no como la noche, sino como el Alma.
Oscuro como el dolor que jamás sentirás,
negro como el mar que no escucharás.

Te prometo que no has visto este planeta,
te prometo que no has escuchado sus llantos.
No me busques, no te conoces, no te escuchas.

El egoísmo es la baza para sobrevivir en este lazo,
se enreda, solamente se enreda, grita.

Hace frío, ¿lo ves?,
¿Qué sientes?, ¿Qué harías?,
dedícamelo.

A veces se me olvida respirar,

no hablo de falta de aire,

hablo de falta de saber cuidarme.

Detesto no poder protegerme,

detesto no poder sanarme.

Quiero acariciar la luz

sin importar qué deba sacrificar

pero muchas veces no sé gritar,

muchas veces no sé llorar.

No sé dónde ir cuando estoy conmigo

siendo mi lugar más seguro,

siendo el único lugar donde no me juzgan.