Un día de 2018 escribí esto que leeréis a continuación, hoy, 17 de Mayo de 2020 lo leo y descubro en mi una emoción distinta, la sensación de estar mucho mejor que cuando escribí eso, la sensación de haber avanzado, evolucionado, ahora lo hago todo de forma bastante más sana para mi y, eso me alivia, me hace entender que lo estoy haciendo bien, leerlo me re-enseña una lección que había olvidado; a veces no pasa nada por escribir enfadada, a veces sirve para desahogarse y aceptar cómo te sientes, y te sirve para avanzar, así pues me callo y os dejo con lo que escribí ese día.

<<Estoy harta de escribir con metáforas, dándole la vuelta.

Intentando describir las emociones que siento de forma que nadie las entienda pero alguien las sienta.

Estoy nerviosa, tengo ansiedad.
He querido tener todo bajo control toda mi vida, hasta que perdí el control de mi misma.

Hasta que alguien me dijo que tenía que dejarme sorprender por la vida.

Estoy enfadada, porque nadie me dijo todo esto antes. Por otra parte lo entiendo, llega cuando tiene que llegar. Es todo así de confuso todo el tiempo. Intento tener un equilibrio, lo que no deja de ser intentar tener el control. No me gusta querer tener el control, es agotador.

Estoy intentando solucionarlo, pero poco a poco, sin machacarme Aunque a veces me exijo demasiado, siempre, en realidad, lo cual también odio.>>