Se atreve a tirar su ropa al suelo nada más entro por la puerta,
me incita a recordar mi juventud,
a respirar aire menos contaminado mientras paseamos por algún lugar en el que legalmente no se puede estar,
promete apagar cualquier miedo que me entre sea cuando sea y, ve en mi la persona con la que quiere compartir su cuerpo.
Algunos viven muriendo, ella sin embargo muere viviendo y,
no le importan las consecuencias ni cuánto tenga que sufrir por ello, pues seguirá errando por labrar una vida verdadera, con sus fracasos y excesos, con sus miedos y caprichos, con sus lágrimas y sus placeres.
Déjame decirte cuánto admiro su adquirida actitud, pues seduce fallando, seduce cayéndose y levantándose de nuevo. Riéndose de sus cagadas y, apretándose el cinturón a la hora de la verdad, cuando más la abandonan todos es cuando podrás observar esa sonrisa que se le dibuja en el rostro entre lágrimas y ganas de venganza y maldad, cuando más pura está siendo es cuando más balas va recibiendo.
Parece que camina esquivando versos.
Parece que quiere sentir el dolor de todos los seres humanos a la vez para experimentar así de manera más sentida la sonrisa que esboza cuando el viento acaricia sus labios agrietados, sangrantes.
Parece que tiene que enfurecer su mirada cual felino cazando, extasiando su esencia a cualquier ser que se le acerque. Pues déjame describirte cómo ensucia sus palabras exorcitando cualquier demonio que se le haya quedado atravesado, pretendiendo ahorcarte con tu ignorancia sumamente irritante y desesperanzadora para ella, ¡cómo osa arañar cada emoción que logres expresarle sin si quiera atreverte a mirar su sediento rostro, sus sedientos puños.
Apaga todo lo que tengas que llorar, ni si quiera te recomiendo que intentes correr, es inútil huír de tu Destino y, amarás cada demencia de sus desnudos poros, disfruta mientras te mata.
-Mene Black