Cuántas líneas desperdiciadas,
cuántos folios olvidados.
Bajo las caricias de tus miradas
mientras dormíamos abrazados.
Solías interponerte entre mi bolígrafo y mi Alma
y aunque contigo no me sintiese en Soledad
sin mis letras no podía encontrar la calma
y se acabó esfumando mi bondad.
Cuántos versos mudos me guardé,
qué mal recitados quedaron.
Pero no dudes que te amé,
aunque nuestros besos se acabaron.
Cuántas noches sin inspiración
gasté acariciando tu piel,
por la cual perdí más de una canción...
Cuánta poesía en blanco dejamos
en los rincones de mi habitación
todas las noches que nos amamos,
pero hiciste una gran interpretación.
-Mene Black
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