No dejes que me caiga ahora porque no hay nadie para levantarme, tan solo la niebla y las estrellas me gritan que no decaiga.
La niebla y las estrellas, lo sé, fantástica metáfora, también se que no la captaste en su debido momento, ni tampoco ahora como me gustaria.
Y yo sé que soy un poco rebelde, pero he nacido para ésto, y ahora no me digas que me calle, porque apretaré el gatillo si es necesario.
¿Ves? Estoy volando y no es gracias a nadie, soy aquel pájaro enjaulado que logró escapar.
¿Sabes lo que se siente al ser libre en ti?
Ésto de ser yo me está volviendo loca.
Estoy sonriendo por todas aquellas lágrimas,
pon toda tu verguenza sobre la mesa,
mañana no será de dia.
Vas cayendo poco a poco, deja que te ayude.
El silencio me dice que siga mi camino, y yo le suplico
que me ponga más piedras.
Tira todo por la borda, nada de lo que has echo importa.
El viento golpeó mi cara aquella vez,
y no sé porqué se enfadó conmigo, y así empezó